peces


En casa siempre hubo perros; alguna vez, en realidad fueron tres, tuvimos un gato. Yo quería un pez, mi hermana deseaba más que nada, un pez. Junté dinero, trabajé arduamente para ello, varias semanas después compramos la pecera, no nos alcanzo para llevarnos ni un pez ese día, pensamos que debíamos tener primero la pecera, después traeríamos los peces. Buscamos una mesa, sobre de ella colocamos la pecera y la llenamos de agua, parecía una ventana que mira a ningún lugar, tomamos unas crayolas y dibujamos un pez de colores en el cristal.

Nunca tuvimos un pez de verdad pero la pecera nunca estuvo sola.

Los perros y gatos nunca siempre vivieron en casa, los peces también.